He vuelto ahora sin saber porqué
a estar triste, más triste que un tintero.
Triste no soy, o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero.
He vuelto a estar triste en las calles de mi raza.
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza.
Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate.
No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde.
Pide cerveza y basta de pensar.
El cerebro está oscuro cuando arde.
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