19 de agosto de 2012
Esa extraña, la luz
Un cuerpo que duele se sienta
Hay unos ojos que pasean por la mesa
mientras la mano ha empezado
a diseñar el espacio inmediato.
Aleja el cenicero, acerca lápices
amontona el tablero.
Un cuerpo que duele.
Arquitectura ósea en rebelión.
Y en el centro una hoja en blanco.
Has vuelto, te dice una voz amiga
y algo, en algún lugar profundo
de ese cuerpo que no asumes
sabe que, otra vez, tiene razón.
Comienza pues la batalla
ya firmaremos el tratado de paz.
Adela Sainz Abascal
Hay unos ojos que pasean por la mesa
mientras la mano ha empezado
a diseñar el espacio inmediato.
Aleja el cenicero, acerca lápices
amontona el tablero.
Un cuerpo que duele.
Arquitectura ósea en rebelión.
Y en el centro una hoja en blanco.
Has vuelto, te dice una voz amiga
y algo, en algún lugar profundo
de ese cuerpo que no asumes
sabe que, otra vez, tiene razón.
Comienza pues la batalla
ya firmaremos el tratado de paz.
Adela Sainz Abascal
18 de agosto de 2012
17 de agosto de 2012
Palabras que no decimos..
Hay palabras que no decimos
y que ponemos sin decirlas en las cosas.
Y las cosas las guardan,
y un día nos contestan con ellas
y nos salvan el mundo,
como un amor secreto
en cuyos dos extremos
hay una sola entrada.
¿No habrá alguna palabra
de esas que no decimos
que hayamos colocado
sin querer en la nada?
Roberto Juarroz
y que ponemos sin decirlas en las cosas.
Y las cosas las guardan,
y un día nos contestan con ellas
y nos salvan el mundo,
como un amor secreto
en cuyos dos extremos
hay una sola entrada.
¿No habrá alguna palabra
de esas que no decimos
que hayamos colocado
sin querer en la nada?
Roberto Juarroz
10 de agosto de 2012
7 de agosto de 2012
A flor de agua
Si supieras lo que a veces
me cuesta respirar
-garganta a la deriva
remontando el abismo
líquido de las aguas-
si supieras
del ansia de no hundirse,
la lucha permanente
del cuerpo braceando
por mantener el ritmo
de la respiración,
por desoír la dulce llamada
de lo oscuro -sirenas escondidas
acechando mi sangre,
conduciendo hasta el fondo
la lava de mis venas,
queriendo convertirla en maraña
de líquenes y erizos-,
Si supieras..
El peso del cuerpo oprime
los pulmones,
el roce de la vida
araña hasta la encía,
el goteo del alma
desangra todo empuje,
todo sueño gastado,
toda alba de futuro presentida;
y aún más...
ay, si supieras
que vivo a flor de agua y no sé cómo,
y ya no sé nadar
ni mantenerme.
Pilar Blanco
6 de agosto de 2012
4 de agosto de 2012
Era mi dolor tan alto
Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.
¡Qué pequeños resultaban
los hombres que iba conmigo!
Crecí como una alta llama
de tela blanca y cabellos.
Si derribaran mi frente
los toros bravos saldrían,
luto en desorden, dementes,
contra los cuerpos humanos.
Era mi dolor tan alto,
que miraba al otro mundo
por encima del ocaso.
Manuel Altolaguirre
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.
¡Qué pequeños resultaban
los hombres que iba conmigo!
Crecí como una alta llama
de tela blanca y cabellos.
Si derribaran mi frente
los toros bravos saldrían,
luto en desorden, dementes,
contra los cuerpos humanos.
Era mi dolor tan alto,
que miraba al otro mundo
por encima del ocaso.
Manuel Altolaguirre