mis manos no saben de ternura
olvidaron el calor
y lloran el silencio de la tarde.
Ahora que te has ido
llueven lágrimas en mi luna
y al país de la infancia
le falta la mitad
todo se fue tras de tí
aquí ya sólo arde el recuerdo,
cenizas de lo que fué plenitud.
Crece la hiedra del olvido
sobre el dolor,
sangra la ausencia.
Ahora que ya no estás
me pregunto qué dejaste
qué se te olvidó en mí.
Adela Sainz
Adela Sainz
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